jueves, 22 de marzo de 2012

New Zealand: tierra de oportunidades

Por Tatiana Hirsch Coleman

Hace un tiempo llegué a Auckland, Nueva Zelanda, para vivir una aventura que debería durar al menos un año. Un viaje osado para algunos, y apasionante para otros, que me tiene descubriendo lugares, personas y un idioma diferente y que, hasta el momento, ha resultado toda una sorpresa.

Lo primero que hicimos al llegar a esta ciudad, fue descubrirla. De pocos habitantes -1.5 millones- bonita y limpia. Una descripción acertada diría que es una mezcla entre Buenos Aires y Paris, pero mucho más moderna. El tránsito, así como los autos, funcionan al revés, es decir, el conductor maneja por la derecha, tradición a la que cuesta acostumbrarse como peatón o pasajero, pero que tiene su encanto. Además, el transporte público es maravilloso. No es caro, es muy puntual, presenta aire acondicionado y un botón para solicitar la parada en cada asiento. Lo mismo pasa con los servicios públicos. Todo es rápido, eficiente y de una manera muy amable y… feliz. Aquí la gente está contenta haciendo lo que hace.

En cuanto a la comida, la globalización es tal que es difícil saber cuáles son los platos típicos o los ingredientes que utilizan los neozelandeses. La influencia asiática es muy fuerte y en cada rincón de la ciudad hay restoranes especialmente thai o indios, aunque también hay bastantes sitios de comida china, japonesa o árabe. Además, hay muchos bares irish y la comida rápida de las grandes cadenas internacionales también forma parte del escenario gastronómico local.

Por la influencia inglesa que posee esta isla, una de los platos más populares es el llamado “fish and chips”, es decir, pescado y papas fritas que viene a ser como la comida rápida local. Otra opción que sin duda es favorita, es el pastel (salado) de carne, verduras, pollo, pescado, etc. Yo probé el de pollo y su sabor era similar al de un pollo arvejado con una salsa blanca muy espesa dentro de una empanada. Si bien la consistencia era un poco pesada para estar dentro de una masa, el sabor era el correcto y muy casero. Además, por ser una isla, los pescados y particularmente los mariscos están en cada rincón y son un plato bastante popular aquí.

Los vinos son otro mundo. Un verdadero universo paralelo. Si bien Chile no se queda atrás en cuanto al tema, el Sauvignon Blanc neozelandés es francamente excepcional… pero esto no lo incluiré en este momento, porque bien vale una página por sí solo.

Lo que sí vale la pena mencionar son algunas costumbres que he observado aquí. Primero: existe mucha cultura en torno al vino y el buen comer. Muchas tiendas gourmet con una amplia gama de productos (aceites, vinagres, mostazas, quesos, aceitunas, panes, salsas, etc.), así como una gran cantidad de vinos (ojo que no sólo los blancos son buenos en la región) e incluso con mucha presencia de vinos australianos, sudafricanos, argentinos y chilenos (hasta el instante sólo he visto Merlot, Carménère y Cabernet Sauvignon de Viña Montes). En la mayoría de los lugares, la parte gourmet está directamente conectada a otra tienda de vinos y a un tasting room, donde se pueden degustar ambos mundos, gratis. Es tal el vínculo, que los neozelandeses hacen que incluso en el supermercado, en la góndola donde se ubican los vinos, se pongan algunos quesos como sugerencia para acompañar las distintas cepas. Una acción para aplaudir.

Segundo: la gastronomía asiática es muy respetada. Nada de adaptar los sabores para el paladar local. Tercero, y el más importante: Nueva Zelanda es un país al que le gusta mucho lo gourmet. Poseen buenas materias primas (las frutas y verduras son de gran calidad, los productos lácteos tienen buena fama, al igual que aquellos marinos.) También existe gran interés por conocer nuevos restoranes y mantenerse al día en cuanto a las nuevas tendencias culinarias. Sin embargo, no hay una profesionalización de los cocineros. Aquí no hay muchos chefs y ese es quizás su gran talón de Aquiles. Como en el país son alrededor de 4.5 millones, la gran mayoría de los cocineros no son autóctonos, sino más bien asiáticos o sudamericanos. Lo que abre una enorme oportunidad para nuestros chefs. Aquí los salarios son buenos, las posibilidades abundan y la gente está muy abierta a recibir al extranjero capacitado. Tal vez, llevar nuestra cocina chilena más allá de nuestras fronteras sea más fácil de lo que pensamos, y sea sólo cuestión de atreverse.

El aceite de oliva más premiado

Por tercera vez en su historia, TerraMater logró imponerse en el más importante de los concursos mundiales de aceite de oliva con Petralia, su aceite ícono, el cual obtuvo el Sol d’Oro 2012 en la categoría ‘Frutado Ligero’.

Este reconocimiento fue otorgado por el ‘Salón Internacional del Aceite de Oliva Extravirgen de Calidad, Sol d’Oro’, desarrollado en Verona, norte de Italia.

Con este premio, conseguido luego de una acuciosa prueba de más de 200 muestras de Italia y el resto del mundo, se convierte en el único aceite de oliva del planeta en lograr tal reconocimiento por tercera vez.

Esto, se suma a la reciente mención en el tope de la lista de los mejores aceites de oliva extra virgen del mundo de calidad certificada otorgado por la guía Flos Olei en su versión 2012, al recibir 97 puntos de un máximo de 100.

Petralia de TerraMater es el aceite más premiado de Chile en el mundo. Su producción llega a los 10.000 litros anuales y se exporta actualmente a Brasil (principal destino), Japón, Singapur, Bélgica y Estados Unidos.

Sigue disfrutando de la temporada de terrazas

A pesar de que las vacaciones y los días de verano quedaron atrás, las altas temperaturas continúan. Si estás buscando relajarte y disfrutar en un ambiente cómodo, con amplias terrazas y un buen menú, Mamut es una alternativa.

Sus modernas instalaciones y agradables terrazas, lo convierten en el lugar para cualquier tipo de encuentro social o celebración. Y su nueva terraza ubicada en el local de Apoquindo, no dejará indiferente a nadie con su atractivo, comodidad y diversas variedades de comida, como empanaditas de queso, alitas de pollo y camarones apanados, entre otras.

Además, si quieres disfrutar de un exquisito Happy Hour junto a tus amigos y compañeros de trabajo después de una agotadora jornada laboral, podrás acercarte al resto de sus locales ubicados en Santiago, Los Andes, Curicó y Concepción. Algunos de sus tragos imperdibles son los Sours, Mojitos, Margaritas (Frozen, On the Rocks o Up) o sus Special Drinks.

Para más información, visita su sitio web www.elmamut.cl o su FanPage de Facebook: http://www.facebook.com/#!/MamutRestaurant

martes, 13 de marzo de 2012

Embajador oficial de Saint Patrick´s Day 2012


Augurando la llegada de la primavera en Irlanda, se celebra Saint Patrick´s Day, cuya iconografía indiscutida son el color verde, los duendes y el símbolo del trébol (para evocar a la Santísima Trinidad y la buena suerte).

En Santiago, desde hace 14 años, el clásico bar europeo Flannery’s Irish Geo Pub celebra esta fiesta irlandesa por excelencia, si de música, baile y gastronomía se trata.

Serán cuatro días -desde el miércoles 14 al sábado 17 de marzo- para conmemorar al Santo Patrono que pregonó el cristianismo en Irlanda, donde cada noche habrá bandas y grupos artísticos, fieles representantes del folklore autóctono de esta zona. Entre ellos, la Escuela de Danza de Sandra Claren, Andes Highlanders Pipe Band y el show de Lemon, banda nacional tributo a U2, encargados de cerrar la fiesta.

Entre los destacados de la carta para degustar en esta ocasión, suenan fuerte la Galway Burger y Belfast Burger, abundantes hamburguesas caseras preparadas al estilo europeo; acompañadas del auténtico sabor de las papas fritas propias del lugar; o un Irish Chicken Pie.

Las entradas tienen un valor de $5.000 el miércoles, $6.000 el jueves y $7.000 durante viernes y sábado. Los tickets incluyen $2.000 en consumo en la carta del local y pueden comprarse desde ya en el mismo pub.

Encomenderos 83, Las Condes.