Tips para comer más sano

Pasó el 18 y, además de unos bienvenidos días libre a esta altura del año, dejó en muchos unos kilitos de más. Para ordenarse en las comidas y perderlos, recogimos varios consejos de expertos. Y como principio, llegamos a esto.

Agua

Sabido es que consumir -al menos- dos litros de agua diaria, contribuye a la desintoxicación del cuerpo y eliminar la retención de líquidos. Sin embargo, hay momentos en los que es más propicio beberla.

Por ejemplo, lo más idóneo es tomar uno o dos vasos de agua entre 20 y 30 minutos antes o después de las comidas y evitarlas durante éstas. Si es necesario hacerlo en medio de ellas, es recomendable hacerlo en pequeños sorbos y cantidades.

La temperatura, también influye. Los expertos aconsejan que no sea ni muy caliente ni muy fría. Es preferible optar por bebidas tibias o a temperatura corporal.

Con todo esto en práctica, se favorecerá la digestión de los alimentos.

Distracciones mientras se come

Los especialistas en nutrición siempre recomiendan comer sin distracciones y concentrados en los que se está ingiriendo, para estar conscientes de la ingesta de calorías. Conversar mientras se está comiendo, además, hace que entre aire al estómago y se produzca una sensación de hinchazón y, por otra parte, no se mastica adecuadamente, haciendo que los alimentos lleguen mal digeridos al estómago e impide la sensación de saciedad que se consigue al realizarlo lentamente y alrededor de 40 veces, para activar la hormona leptina.

Control sobre cantidades

Una sugerencia básica es servir en un plato -idealmente pequeño- todos los alimentos que se consumirán. De ese modo, visualmente se comenzará con la sensación de saciedad y se tendrá más control sobre lo que se come.

Cada plato, por su parte, debería estar compuesto por una proporción de proteínas, distintos vegetales y, en menor cantidad, también carbohidratos.

Sentarse a la mesa

Hay que darse el tiempo para comer. Hacerlo mientras se está en movimiento, hace que el cuerpo no tenga suficiente sangre y secreciones en el tracto digestivo, por lo que no se secretan los jugos gástricos ni las hormonas adecuadas para una buena asimilación y no se absorben los nutrientes.