martes, 26 de abril de 2011

Comida de primera, desde la cárcel


Quien lo pensaría. Un lugar que no se caracteriza por su buena comida, puede ser el escenario perfecto para entrenarse en la cocina. En la cárcel de Surrey, Reino Unido, tienen una interesante apuesta que da la oportunidad a sus reos de convertirlos en chef. ¿Cómo?

Aquí, entre presos y seguridad, está el restorán Clink -a cargo del chef profesional y administrador de la cocina de la cárcel, Al Crisci -, donde sofisticados platos deleitan los paladares de todos los visitantes que deseen hacerlo, ya que es un recinto abierto a todo público que haga una previa reservación.

El proyecto busca preparar a los presos para su reinserción en el mundo y se mantiene con fondos de la organización de caridad Clink y por su exigente clientela.

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