Este sábado 28 de abril, cuando sean las 00:00 horas de la madrugada,
tendremos que atrasar sesenta minutos los relojes para iniciar el horario de
invierno. Un ajuste en nuestros horarios que, sin duda, provoca cambios en hábitos y conductas.
El Círculo de Nutricionistas de Sodexo recomienda ir acomodando el
cambio de horario, ya que sólo dormirse antes no parece ser la mejor y única solución.
El consejo es ir cerrando nuestras rutinas y comidas con anticipación, de
manera que éstos no produzcan alteraciones tan violentas en el organismo.
Lo ideal es prepararse para este cambio, en lo posible 3 ó 4 días antes,
ya que no dormir bien o andar cansado por alimentarse mal puede traer
alteraciones, incluso, en la conducta. Esto repercute en todas las personas de
distinta manera, pero los mayores de 50 años y los niños podrían ser los más
afectados por alteraciones en su alimentación.
“Puede ocurrir en algunas ocasiones que, por alteraciones en los
horarios de las comidas, los niños, -principalmente lactantes y adultos mayores-
podrían manifestar una mayor irritabilidad. Ellos sufrirán una adaptación más
lenta y progresiva al nuevo horario, por lo que recomiendo ir adelantando
paulatinamente la hora de levantarse y comer en los días previos al cambio,
ojalá en 15 ó 10 minutos para que éste no sea tan brusco”, asegura María José
Fierro, nutricionista de Sodexo.
Además, la experta destaca la importancia de dormir 8 horas, ya que
evita la sensación de fatiga o la irritabilidad y reduce el impacto que tiene
el sueño en la regulación del apetito; pues se han dado a conocer los efectos
de dos hormonas del sueño: la leptina y la grelina.
Ambas tienen directa relación con el exceso de apetito y la falta de
sueño. No dormir lo suficiente, produce un aumento en los niveles de grelina,
lo que genera mayor apetito y reduce la pérdida de grasa corporal; y la disminución de la leptina, que es la
hormona vinculada a la saciedad.
Otro consejo de la nutricionista es preparar el entorno para un buen
dormir, ya que en la noche se secreta melatonina, hormona que induce al sueño y
que con ambiente de luz artificial, televisión, etc., suele reducir sus niveles
en el plasma.
Para la profesional, los efectos en el organismo por el cambio de hora
se pueden mitigar, sin embargo será finalmente el reloj biológico el que va
guiando para sentirse bien con los
nuevos horarios. Adaptación que podría tardar más de una semana.
El consejo es aprovechar las horas de luz solar y llenarnos de energía
positiva y vitalidad para practicar algún deporte, idealmente entre las 19 y
las 20 horas, ya que hacerlo más tarde implica que acostarse con demasiada
energía y mantenerse por mucho tiempo en estado de alerta, dificultando
conciliar el sueño.
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